
Con Javier Hernández en los últimos minutos, Manchester United dejó escapar, en Old Trafford, el encuentro de la sexta jornada de la Premier League inglesa ante el Tottenham (2-3); el cuadro escarla no perdía en casa contra los Spurs desde 1989, y esta derrota lo deja a cuatro puntos del líder Chelsea. El United saltó al campo conociendo de antemano el resultado de los Blues, que solventaron su compromiso ante el Arsenal con goles de los españoles Fernanno Torres y Juan Mata (1-2), un resultado que hacía imposible que los de Alex Ferguson les arrebataran la cima esta jornada. Algo desconcentrados, los Red Devils se complicaron la vida nada más comenzar el encuentro. En el minuto dos, en una rápida acción, Jan Vertonghen se coló al área, donde se encontró con una defensa estática, incapaz de evitar que rematara a placer ante el danés Anders Lindegaard. El encuentro terminó de complicarse para los locales a la media hora de juego, cuando el galés Gareth Bale supo concluir una jugada personal con un disparo cruzado que obligó a Lindegaard a recoger el balón de su meta por segunda vez.
El primer tiempo concluyó con un solo tiro a puerta del United y con Ferguson visiblemente enfadado. Tuvo que salir Wanye Roonie, que reaparecía en en la Liga tras varias semanas de baja por une herida en el muslo, para revolucionar el encuentro al inicio del segundo tiempo. Rooney trazó desde el costado derecho un centro paralelo a la línea de fondo que permitió al portugués Luis Nani meter el pie y tocar el balón lo justo para dejarlo fuera del alcance del guardameta estadounidense Brad Friedel. Era el primero de los tres goles que vio Old Trafford en apenas dos minutos: el siguiente corrió a cargo de Clint Dempsey, que se encontró en el área con el rechace de Lindegaard tras un disparo de Bale y no tuvo más que empujar el 1-3 parcial. Van Persie fue quien reaccionó apenas 30 segundos después, al ver un pasillo entre la nube de defensas del club de Londres por el que coló un balón hasta los pies del japonés Shinji Kagawa, que no falló ante el portero (2-3). Los Red Devils buscaron el empate una y otra vez, pero sin éxito. En el minuto 92, Sir Alex Ferguson le dio entrada a Javier Hernández, quien ni siquiera tocó la pelota.
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